Un mundo paralelo


           En aquel momento la luz luchaba por abrirse paso en la densidad de la bruma. En el efímero instante que un rayo creó una nebulosa claridad, pude ver con nitidez que la sombra, que veía, en realidad se trataba de un gigante derribado. 
       ¿Gigante...?, no recordaba siquiera haber visto uno en mi vida, y sin embargo ahora que lo tenía justo enfrente, presentía que había una parte de él que me pertenecía. No le percibía como a un extraño. ¿Por qué sentía aquello? Reflexioné por un momento, dadas las circunstancias no podía hacer mucho más. Me encontraba en un paraje inhóspito, al que no recordaba haber llegado. Parecía que hubiera abierto los ojos sin más y hubiera aparecido en aquel lugar.... 
 


           
      Sentí mis músculos aún doloridos por el agotador viaje. Una pequeña colina oculataba el horizonte, tras ella un resplandor grisáceo iba extendiéndose por todo. Alcancé la cima y desde allí, pude ver en la lejanía, como se alzaba, la silueta de mi destino...


         Llegué hasta la extraña planta, entonces la vi con claridad y de repente descubrí que la conocía. Se trataba de un lirio de la montañas. ¿Por qué reconocía aquella flor? ¿Tal vez por su extraña belleza? Se alzaba mostrándome unos pétalos de terciopelo azul entre el intenso verdor de sus espigadas hojas. Rezumaba belleza y no puede resistir la tentación de tocarla...

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